De un basurero al brillo de una nueva vida: la inspiradora historia de Nerón
El inicio de una nueva oportunidad
En medio de un basurero clandestino de la zona 7, una vecina descubrió algo que la estremeció: dentro de un costal se movían tres perritos, entre ellos Nerón. Sin dudarlo, los rescató y los llevó a un lugar seguro, brindándoles alimento, cuidados y cariño.
Buscando apoyo para su recuperación, contactó a la Municipalidad de Guatemala. Al conocer el caso, se activó de inmediato el protocolo para su ingreso a los Centros Municipales de Bienestar Animal, donde cada rescate encuentra una oportunidad de renacer.

Final feliz para tres historias
Tras su evaluación médica, la familia rescatista decidió quedarse con dos de los perritos, mientras Nerón fue entregado al cuidado del centro municipal. Llegó débil, con una infección severa en la piel, pero con una mirada que reflejaba esperanza.
El equipo veterinario puso en marcha su proceso de recuperación con tratamientos, baños medicados y seguimiento constante. Con el paso de las semanas, Nerón volvió a brillar, su pelaje se regeneró, su energía regresó y su alegría contagió a todos los que lo rodeaban.





Símbolo de empatía y colaboración
Hoy, Nerón disfruta de una nueva etapa en el Centro Municipal de Bienestar Animal de la zona 21, donde recibe atención, cariño y la compañía de quienes creen en las segundas oportunidades. Después de todo lo que ha superado, este noble perrito está listo para dar el siguiente paso: encontrar un hogar donde pueda entregar todo el amor que guarda en su corazón. Su mirada dulce y su espíritu agradecido esperan conquistar a una familia dispuesta a abrirle las puertas y dejarse acompañar por un amigo fiel que solo desea ser amado.
Su historia es un recordatorio de que el bienestar animal depende de todos: de las instituciones que actúan y de los vecinos solidarios que no permanecen indiferentes ante el dolor ajeno.



Nuestra ciudad inspira y transforma
La recuperación de Nerón representa mucho más que un rescate exitoso. Es una muestra de cómo la unión entre ciudadanía y autoridades puede transformar realidades y construir una ciudad más humana.

Seguimos creando un lugar que inspira y un lugar de oportunidades, donde cada acto de empatía y responsabilidad contribuye a una vida urbana más solidaria, segura y llena de esperanza.






