Las Siete Máscaras del Ego: Eduardo Canjura expone las formas ocultas del ser en Casa Ibargüen
La Casa Ibargüen, ubicada en el corazón del Centro Histórico, se transforma este mes en el escenario de una exhibición muy especial que invita a mirar hacia dentro: «Las Siete Máscaras del Ego», una experiencia del escultor Eduardo Canjura, que estará abierta al público hasta el 16 de junio.
A través de siete escultura monumentales, Canjura explora las múltiples facetas del ego, esa compleja construcción que define, limita y moldea nuestra experiencia del mundo. Cada obra encarna un arquetipo profundamente humano: El Poderoso, El Seductor, El Guerrero, El Bufón, El Místico, El Sabio y El Mártir. Estas figuras representan fragmentos de la psique, parte del «yo» que, aunque a menudo inconscientes, influyen de forma decisiva en cómo nos vemos a nosotros mismos y cómo interactuamos con los demás.



El ego según Canjura: entre espejos y laberintos
Para Canjura, el ego es tanto espejo como laberinto: una construcción que nos permite identificarnos con un «yo», pero que también puede alejarnos de una comprensión más profunda de quienes somos. Su visión artística lo presenta como una fuerza paradójica, tan luminosa como oscura, tan guía como prisión, que moldea nuestras decisiones y emociones.
Las máscaras de esta muestra no se proponen como juicios, sino como símbolos. Son representaciones escultóricas de esas identidades que, sin darnos cuenta, adoptamos a lo largo de la vida. Con esta obra, el artista reta al espectador a detenerse, mirarse de frente y reconocer ene estas figuras una parte de sí mismo, para luego preguntarse: ¿Qué máscaras llevo hoy?


Información general
📍Casa Ibargüen -7a. avenida 11-66, zona 1
🗓️ Último día, 16 de junio
🕘 Visitas de lunes a viernes, de 7:00 a.m. a 3:00 p.m.
🎟️ Entrada libre
Esta exposición es una oportunidad úica para conectar con el arte desde un enfoque introspectivo y simbólico. «Las Siete Máscaras del Ego» no solo contempla, se siente y se piensa. Una invitación a descubrir cuántas máscaras llevamos y cuantas nos atrevemos, de verdad, a soltar.
En el escenario dinámico del Centro Histórico, esta exposición se suma a una corriente cultural viva que transforma lo cotidiano en oportunidad de crecimiento, introspección y encuentro con el arte. Un lugar que inspira nueva formas de vernos y entendernos.

